Martes, 20 Enero 2015 00:00

Los consumidores aún necesitan el acceso a más información

El consumidor de complementos alimenticios aún está en la espera de una solución legislativa que le garantice su derecho fundamental a ser informado.

La regulación específica de las declaraciones de propiedades saludables (health claims) para los complementos alimenticios sigue ocupando el gran limbo legislativo de las administraciones nacionales y europeas.

 El proceso de evaluación por parte de la Comisión Europea de más de 44.000 declaraciones de propiedades saludables, presentadas por los estados miembro, ha sido largo y controvertido. Y se han necesitado varios años para llegar a una lista resultante (a fecha de hoy) de 255 declaraciones de propiedades saludables autorizadas.

El último trimestre del 2014 se cerró con la entrada en vigor del Reglamento 1169/2011 de información alimentaria facilitada al consumidor y la autorización de la declaración saludable del ácido fólico en complementos alimenticios; ambos son un paso adelante en pro de satisfacer el derecho del consumidor a ser informado. Pero es evidente que la información que los consumidores pueden encontrar en la etiqueta de los complementos alimenticios aún es limitada e insufiente.

Se necesita una política harmonizada que priorice la seguridad, la calidad y que también contemple la inclusión en la norma de las especificidades de los complementos alimenticios en las declaraciones de propiedades saludables y nutricionales. De momento, sólo se la considera información voluntaria hacia el consumidor cuando debería ser obligatorio informar en el etiquetado acerca del destino del producto, es decir, cuál es su función nutricional o fisiológica.

Esta necesidad se recogió en las conclusiones derivadas de la Jornada “Botanicals y Complementos Alimenticios: Construyendo el Marco Legal”, organizada por AFEPADI el pasado mes de noviembre, junto con la falta de una normativa lógica, amplia y que contemple todos los ingredientes; la necesidad de poner advertencias de uso y limitaciones para un mejor uso y seguridad de los complementos alimenticios e informar adecuadamente de la finalidad nutricional y fisiológica a la que está destinada el producto como un derecho fundamental del consumidor; derecho garantizado por las normativas básicas de la Unión Europea.

La cuestión fundamental es que el consumidor pueda acceder a información veraz, suficiente y pertinente en cuanto al uso de aquellos productos destinados al cuidado de la salud.

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