Hace tiempo que se estudia cómo los carotenoides (luteína y zeaxantina) pueden mejorar la salud ocular y ahora también se sugieren beneficios cognitivos para estas sustancias. El presente estudio ha planteado la hipótesis de que bajas concentraciones de luteína y zeaxantina estarían asociadas con ineficiencia neurobiológica; es decir, se requeriría una mayor activación cerebral durante el desempeño cognitivo.
Los investigadores, de la Universidad de Georgia (EE.UU), utilizaron imágenes por resonancia magnética funcional del cerebro (fMRI, por su sigla en inglés) para establecer los mecanismos neuronales sobre los que actúan la luteína y la zeaxantina para reforzar la habilidad cognitiva. En el estudio participaron 43 adultos entre 65-86 años y tuvieron que aprender y recordar pares de palabras no relacionadas mientras que la resonancia magnética registraba la actividad cerebral.
A juicio de los autores, el presente estudio representa el primer intento de investigar la relación de la luteína y zeaxantina con la capacidad cognitiva utilizando resonancia magnética. Los resultados obtenidos sugieren que estos compuestos estimulan el funcionamiento cognitivo en la vejez. Se ha observado que la luteína y zeaxantina disminuían la cantidad de oxígeno transportado en la sangre hacia áreas específicas del cerebro. Es decir, individuos con niveles altos de luteína y zeaxantina no requerían tanta actividad cerebral para completar la tarea asignada.
Los investigadores consideran que es de gran interés buscar maneras de alargar la independencia funcional en personas mayores. Una estrategia pasaría por cambios en la dieta o añadir complementos alimenticios para incrementar los niveles de luteína y zeaxantina, si en investigaciones posteriores se consigue demostrar que hay un mecanismo de acción para la mejoría de los procesos cognitivos en personas mayores.