Jueves, 10 Diciembre 2020 11:07

Niveles insuficientes de vitamina D, asociados a un mayor riesgo de discapacidad en personas mayores

Niveles insuficientes de vitamina D, asociados a un mayor riesgo de discapacidad en personas mayores Niveles insuficientes de vitamina D, asociados a un mayor riesgo de discapacidad en personas mayores

Los descubrimientos sobre los beneficios de la vitamina D están en auge. Más allá de los recientes hallazgos sobre su actividad en el sistema inmune, una nueva investigación epidemiológica publicada en el Journal of Nutrition afirma que la deficiencia de este tipo de vitamina puede aumentar la probabilidad que los adultos mayores sanos sufran algún tipo de discapacidad.

Si bien los estudios transversales anteriores ya han demostrado esta asociación, ninguno de ellos ha llevado a cabo un estudio longitudinal que realice comparaciones durante un período de tiempo prolongado. En este caso, la investigación ha analizado los niveles séricos de vitamina D en una muestra de 4814 personas de 50 años o más y sin discapacidad previa a lo largo de cuatro años. Se ha observado que la deficiencia de vitamina D deteriora la capacidad funcional y favorece el desarrollo de discapacidad en las actividades básicas de la vida diaria, que incluyen caminar, desplazarse, ir al baño, bañarse, vestirse o comer.

Los niveles de vitamina D se evaluaron mediante las concentraciones séricas de calcifediol (25-hidroxivitamina D) y se consideraron niveles deficientes aquellos por debajo de los 30 nmol/L. Los resultados evidenciaron que los hombres y las mujeres con deficiencia sérica tienen un 44% y 53% más de riesgo de desarrollar discapacidad. La incidencia de discapacidad se consideró en el momento de realizar con dificultad al menos una de las actividades básicas diarias anteriormente mencionadas a lo largo de los cuatro años de seguimiento del estudio.

El papel del calcifediol en el metabolismo del sistema musculoesquelético puede ser uno de los principales mecanismos por los que una deficiencia sérica puede ser un factor de riesgo para la incidencia de discapacidad. Las bajas concentraciones disminuyen la expresión de genes responsables de la miogénesis - formación de tejido muscular-, reducen la síntesis de proteínas contráctiles musculares y la captación de Ca2 + en los músculos, lo que compromete la calidad de la contracción muscular que puede conllevar a una reducción de la masa y fuerza de los músculos, así como atrofia muscular.

Asimismo, los autores de la investigación explican que la deficiencia de calcifediol también podría resultar en una inflamación sistémica crónica de bajo grado que podría contribuir a enfermedades como la hipertensión o la diabetes, que representan factores de riesgo adicionales para el desarrollo de la discapacidad. En este sentido, el estudio observó que las personas con deficiencia sérica tenían mayor prevalencia de hipertensión.

A pesar de que los profesionales involucrados en el estudio consideran que se necesitan más estudios que analicen más al detalle esta relación, estos hallazgos dejan entrever que mantener unas concentraciones suficientes de esta vitamina podría ayudar a prevenir el desarrollo de discapacidad en personas de 50 años o más y, por tanto, deberían ser un objetivo adicional a tener en cuenta en las estrategias clínicas desarrolladas en la actualidad.

Deficiencia de vitamina D, una realidad creciente en la población

La deficiencia de vitamina D, evaluada utilizando concentraciones séricas de calcifediol, es un problema de salud creciente a nivel mundial debido a su alta prevalencia. Aproximadamente el 25% de la población de edad avanzada del mundo que presenta esta deficiencia. Además de la salud musculoesquelética, la vitamina D también participa en la regulación del metabolismo de otros sistemas importantes, como el inmunológico y el cardiovascular, lo que evidencia la importancia de esta vitamina en nuestro organismo.

La cantidad de vitamina D que necesita cada día depende de la edad. El National Institute of Health establece una cantidad diaria de 600 UI (unidades internacionales) para los adolescentes y los adultos, mientras que en los mayores de 71 años la cantidad asciende a 800 UI. Además de la dieta, podemos aportar los niveles necesarios de vitamina D al organismo a través de complementos alimenticios seguros, eficaces y de calidad. Podemos encontrar esta vitamina en dos formas diferentes: D2 (ergocalciferol) y D3 (colecalciferol). Ambas aumentan la concentración de vitamina D en la sangre.

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