La radiación solar tiene efectos en el ADN celular, en el tono y aspereza de la piel y en la destrucción del colágeno. En este sentido, la nutricosmética se basa en el consumo de complementos alimenticios seguros, eficaces y de calidad, cuyos principios activos actúan directamente sobre la piel, ayudando a la producción y regeneración del colágeno y mejorando la salud y el aspecto, ya no sólo de la piel sino también del cabello y de las uñas. Algunos de los nutrientes que nos ayudan en este objetivo son:
- Vitaminas A, E, C y B12: las tres primeras vitaminas actúan como un antioxidante natural y combaten las radiaciones solares que producen oxidación celular, evitan la agresión de los radicales libres y, por tanto, el envejecimiento prematuro de las células. Por su parte, la vitamina B12 resulta ideal para reducir las manchas de la piel, ya que ayuda a regular el pigmento de la dermis y a reducir la presencia de marcas.
- Ácido glicólico: sacado de la caña de azúcar, se utiliza para tratar las pequeñas arrugas de la superficie más profunda de la piel, la falta de luminosidad o la piel dañada por el sol. También estimula la regeneración celular, lucha contra la piel grasa y evita los puntos negros.
- Omega-3: estos ácidos grasos modulan la inflamación y la respuesta inmune que se produce por la exposición solar en las células de la piel, ya que proporcionan una capa adicional de fotoprotección a los efectos dañinos de la radiación UV y reducen los efectos de los radicales libres y del sol. Su consumo, sumado a su aporte de vitamina E, acelera el proceso de reparación de la piel, especialmente en caso de quemaduras y manchas. Asimismo, investigadores de la Universidad de Manchester han observado que los complementos alimenticios de omega-3 podrían ayudar a proteger contra el cáncer de piel. Más concretamente, los resultados han revelado que tomar una dosis regular de aceite omega-3 puede aumentar la inmunidad de la piel a la luz solar, mejorando la inmunosupresión que afecta a la capacidad del cuerpo para combatir el cáncer de piel y la infección.
- Coenzima Q10: es una enzima que se produce naturalmente en el cuerpo, y se considera que es el primer antioxidante que se degrada en la piel por la acción del sol. Por ello, consumir alimentos y complementos alimenticios que contengan esta enzima aportará a la dermis un extra de protección natural de la piel.
- Espirulina: se considera un superalimento y, además de nutrir y desintoxicar la sangre, también favorece los procesos de regeneración celular, ayudando a evitar la piel seca y a retrasar la aparición de arrugas.
- Zinc: refuerza nuestras defensas y ayuda a recuperar los antioxidantes perdidos por el efecto de los rayos UV y contribuye a aumentar el nivel de proteínas que reparan el ADN.
Todos estos ingredientes los podemos encontrar en varios formatos como pastillas, cápsulas, ampollas o píldoras, y por supuesto su consumo siempre debe acompañarse de una alimentación sana y equilibrada y unos hábitos de vida saludables. También es muy importante no superar las dosis diarias recomendadas y seguir en todo momento las indicaciones del fabricante.
Además de la ingesta de nutrientes, la salud de nuestra piel también se mantiene a través de una buena hidratación, ya que el sudor reduce la cantidad de agua en nuestro cuerpo y el calor reseca las mucosas y la piel.