Lo que más llama la atención de esta fruta es su alto contenido en vitamina C, con una concentración de 2.145 mg por 100g que, en comparación con la naranja, esta tiene aproximadamente 50 mg por 100g. La cantidad de ácido ascórbico tan notable convierte al camu camu en un gran aliado para reforzar nuestras defensas, combatir la fatiga y el cansancio, y mejorar el estado de ánimo al ayudar a estimular la secreción de serotonina, popularmente conocida como la hormona de la felicidad. Su acción antioxidante también nos ayuda a prevenir el envejecimiento de las células de la piel y a protegernos del estrés oxidativo.
Sin embargo, la vitamina C no es el único antioxidante presente en el camu camu. Tal y como afirman varios estudios, también es rico en polifenoles (flavonoides y ácidos fenólicos, taninos, estilbenos y lignanos) y aminoácidos esenciales como la valina y la leucina -que intervienen en el tejido muscular- y la serina, que nos ayuda a mantener una buena salud digestiva.
Por otro lado, es una fuente de manganeso y otros minerales como el cobre, el hierro y el calcio; y de pigmentos carotenoides, como la luteína y la zeaxantina, que intervienen en la salud ocular y previenen la degeneración macular.
Sobre su forma de consumo, generalmente el camu camu se toma como complemento alimenticio, eficaz, seguro y de calidad. Lo podemos encontrar en polvo para añadirlo a bebidas y postres y también como cápsulas.