¿Contribuye el Omega-3 al rendimiento deportivo?

  • Viernes, 08 Noviembre 2019 13:09
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El Omega-3 es un ácido graso que no debe faltar en la dieta de cualquier persona y, menos aún, en la alimentación de un deportista. Su consumo responsable aporta interesantes beneficios cuando se practica una actividad física de manera regular.

Aparte de ser una sustancia que ha demostrado ser esencial para reforzar el sistema inmune, mejorar el sistema nervioso, prevenir accidentes cerebrovasculares y cardiovasculares, mejorar la memoria o la salud visual, resulta especialmente útil para los deportistas.

Un adecuado rendimiento deportivo viene determinado no sólo por una condición física adecuada y por una correcta técnica sino también por una alimentación en la que exista el suficiente aporte de macronutrientes y micronutrientes acorde con la actividad realizada. Para el practicante de cualquier disciplina deportiva, la calidad de las grasas es fundamental y, de entre las que existen, los ácidos grasos poliinsaturados como el Omega 3, se convierten en necesarios.

Los beneficios del Omega-3 en el deportista

Tal y como se ha podido comprobar en diferentes estudios realizados en los últimos años, el Omega 3 ayuda al deportista en dos procesos vitales:

- Oxidación: Los procesos oxidativos provocan un envejecimiento orgánico. Aunque el Omega 3 no contrarresta los efectos de los radicales libres porque no tiene un efecto antioxidativo, sí que refuerza las membranas de las células y evita que estas sustancias ataquen con virulencia.

- Inflamación: Una actividad deportiva seguida en el tiempo puede provocar cuadros inflamatorios. Los ácidos grasos Omega 3 tienen un poder antiinflamatorio demostrado, muy eficaz para el deportista, siempre que se acompañe de una dieta sana y acorde a las necesidades del momento. El Omega 3 inhibe la producción de sustancias como la protaglandina, el tromboxano o los leucotrienos que propician la inflamación.

Pero a su acción antiinflamatoria y su contribución en reforzar las membranas celulares para ralentizar el proceso oxidativo, el Omega 3 también beneficia al deportista y le ayuda a:

- Aumentar la fuerza y el rendimiento: Diferentes investigaciones apuntan a que la mejora se debe a una activación mayor de la hormona del crecimiento.
- Reducir la densidad de la sangre: El resultado es una mejora del aporte de oxígeno y nutrientes a la musculatura.
- Una recuperación más rápida: Esta variedad de ácidos grasos saludables ayuda a que la recuperación posterior a la actividad se acorte.
- Mejorar el VO2 máximo: Hay un aumento de la cantidad máxima de oxígeno que nuestro organismo puede transportar en un minuto, de ahí que derive en una mejora de la resistencia.

Omega-3 a través de la dieta

El Omega-3 se puede obtener a través de una alimentación adecuada. De todas formas, en casos en los que se necesite un mayor aporte y resulte difícil obtenerlo a través de la dieta, se puede recurrir a la suplementación teniendo en cuenta la ingesta máxima diaria recomendada.

Los alimentos que contienen ácidos grasos omega 3 son:

- Pescado azul: Sardina, atún, bonito, trucha, salmón, jurel, arenque, etc.
- Frutos secos: sobre todo, las nueces.
- Semillas de lino.
- Alimentos enriquecidos con estos ácidos grasos.

Basta consumir dos veces a la semana algún tipo de pescado azul para tener cubiertas las necesidades de este tipo de ácido graso. Cuando no es posible, los complementos alimenticios a base de Omega 3 pueden ayudar a este cometido. En cualquier caso, es fundamental recurrir siempre a complementos alimenticios que muestren evidentes garantías de seguridad, eficacia y seguridad. Además es importante que se respeten las indicaciones que realiza el fabricante sobre su modo de empleo y dosis a tomar.

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