Esta sensación de debilidad y falta de vitalidad, generalmente asociada a un cambio en los hábitos de vida, puede minimizarse si modificamos ciertas pautas de nuestro día a día. Asimismo, y con la llegada de la primavera a la vuelta de la esquina, algunos complementos alimenticios pueden ayudarnos a recuperar la energía que necesitamos.
Se trata de compuestos con propiedades antioxidantes que contribuyen a que las neuronas se mantengan en buen estado, lo que ayuda a conservar las habilidades intelectuales como la memoria verbal y visual o la concentración.
Las ventas de productos que contribuyen a aumentar nuestras defensas han crecido exponencialmente durante el año 2020. Sin embargo, más allá de los nutrientes ya conocidos en este campo como son las vitaminas C y D, el zinc o la equinácea, existen ingredientes menos conocidos que también nos ayudan en este objetivo. Este es el caso de la tinospora cordifolia, popularmente conocida como Guduchi.
Con la menopausia las mujeres experimentan una disminución de la fuerza y la masa muscular asociada a la reducción de estrógenos, por lo que contrarrestar esta situación es vital.
Se trata de un mineral básico que ejerce funciones muy importantes en nuestro organismo, entre otras actúa como un antibiótico natural con resultados altamente efectivos e inmediatos.
Actualmente podemos encontrar el aceite de bacalao en complementos alimenticios que, de manera complementaria a una dieta sana y equilibrada, nos aportan ácidos grasos omega-3 y vitaminas A y D en el organismo.
La familia de plantas Limiaceae, entre las cuales se encuentra la salvia, posee altos niveles de ácidos fenólicos y polifenoles que, además de ser antioxidantes y antiinflamatorios para las neuronas, ejercen efectos cognitivos. Un estudio ha evidenciado que una combinación de extracto de salvia y aceite esencial puede mejorar significativamente el rendimiento cognitivo.
Una investigación evidencia que una mayor ingesta dietética de ácidos grasos omega-3 podría ayudar a reducir el deterioro cognitivo relacionado con la depresión en jóvenes y adolescentes y, por tanto, a mejorar su calidad de vida.
El hierro y la inmunidad están estrechamente relacionados. Tal y como han analizado varios estudios al respecto, las células de una parte del sistema inmunológico (monocitos, macrófagos, microglia y linfocitos) son capaces de combatir las agresiones bacterianas controlando los flujos de hierro de nuestro cuerpo (homeostasis).
Un nuevo estudio ha evidenciado que la vitamina E ayuda a disminuir los biomarcadores relacionados con el hígado graso y mejora la esteatosis -exceso de grasa en el hígado- cuando se combina con actividad física y se reduce la ingesta de grasas y carbohidratos.