La vitamina A es una vitamina liposoluble que el cuerpo no puede sintetizar, de manera que hay que proporcionarla a través de la alimentación. Es un nutriente esencial para mantener la visión, el sistema inmunitario y la reproducción, así como para el desarrollo normal embrionario y fetal. Es por ello por lo que las madres lactantes y los bebés requieren de mayores niveles de vitamina A.

Se trata de compuestos con propiedades antioxidantes que contribuyen a que las neuronas se mantengan en buen estado, lo que ayuda a conservar las habilidades intelectuales como la memoria verbal y visual o la concentración.