Con el inicio de las vacaciones cambiamos nuestros hábitos de vida. Los viajes y el aumento de vida social pueden conllevar más cansancio; además, con el calor y las altas temperaturas nuestro cuerpo sufre mayor riesgo de deshidratación y tiende a retener líquidos. Te contamos qué nutrientes debemos tener en cuenta para aumentar la energía, combatir la retención de líquidos, mejorar la circulación sanguínea y, por supuesto, cuidar la piel y protegerla del sol.

Además de la edad, los hábitos de vida, como la exposición solar y el tabaquismo, reducen la capacidad del cuerpo para producir colágeno y elastina, lo que contribuye al envejecimiento prematuro y a la aparición de arrugas y líneas de expresión. Determinados nutrientes tienen un gran papel a la hora de mantener la estructura de los tejidos y ayudar a estimular la producción de colágeno.

Además de las propiedades ya conocidas de la vitamina C, cada vez es más popular a la hora de mantener la salud de la piel. Es un antioxidante natural y un antiinflamatorio que ayuda a la síntesis del colágeno, previene la aparición de las manchas cutáneas, el envejecimiento prematuro de la piel y combate las arrugas y las líneas de expresión.

Un estudio ha observado que el colágeno hidrolizado puede inducir la proliferación y activación de fibroblastos y queratinocitos, células que sintetizan colágeno y queratina, respectivamente, y que ayudan a regular las respuestas inmunitarias de la piel. De este modo, el colágeno podría contribuir a evitar infecciones de la piel, y especialmente en personas mayores, quienes ven más reducidos sus niveles de colágeno debido a la edad.

Tras las vacaciones de verano, la vuelta a la rutina y al trabajo se nos puede hacer cuesta arriba. Para ello es importante proporcionar a nuestro cuerpo todos aquellos nutrientes que necesita para afrontar septiembre con energía y ganas, además de recuperarnos de los excesos de agosto.

El envejecimiento prematuro de las células suele estar asociado al estrés oxidativo causado por factores como el estrés, la falta de ejercicio, la falta de descanso, la mala alimentación o una exposición prolongada al sol. Si queremos evitar este envejecimiento debemos cuidar el estilo de vida y la alimentación, y las vitaminas pueden ayudar a ello.

El colágeno es una proteína que encontramos en nuestro cuerpo de manera natural y desempeña un papel fundamental en la estructura de articulaciones, ligamentos, huesos y cuero cabelludo. También forma parte de los tejidos y de la piel, aportándole firmeza, elasticidad e hidratación.

La exposición a la radiación solar es dañina para la piel y puede causar eritemas, envejecimiento prematuro de la piel, daño al ADN, muerte celular e incluso cáncer de piel. Varios estudios han analizado los efectos fotoprotectores de los carotenoides y los polifenoles, lo que ayudarían a proteger la piel del daño inducido por la radiación ultravioleta.

La reciente Semana Santa ha evidenciado un aumento de las temperaturas y de mayores planes al aire libre, siempre teniendo en cuenta las limitaciones impuestas debido a la actualidad sanitaria. Esto supone una mayor exposición al sol que, aunque nos ayude a aumentar los niveles de vitamina D, también puede conllevar riesgos, como envejecimiento celular y manchas en la piel. Es por ello por lo que debemos preparar la piel debidamente para reducir cualquier impacto perjudicial.

La vitamina B3 (niacina) puede tener el potencial de prevenir el melanoma en individuos de alto riesgo, según una revisión clínica realizada por investigadores de Universidad de Sydney (Australia).



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