Jueves, 14 Enero 2021 11:22

Los complementos alimenticios de zinc reducen la duración de los síntomas del resfriado

Los complementos alimenticios de zinc reducen la duración de los síntomas del resfriado Los complementos alimenticios de zinc reducen la duración de los síntomas del resfriado

El zinc ha estado en el punto de mira durante los últimos años gracias a una mayor consciencia sobre su función en el organismo. Hoy en día se ha convertido en un ingrediente clave en las formulaciones enfocadas a mejorar nuestra salud y en especial, la salud de nuestras defensas.

Durante más de 50 años varios estudios han analizado la relación entre el zinc en la dieta y el impacto de su déficit en la respuesta del sistema inmune, así como la susceptibilidad para contraer infecciones.

En este sentido, un metanálisis formado por un total de 13 ensayos doble ciego y controlados con placebo ha confirmado que las formulaciones de zinc oral acortan la duración de los síntomas del resfriado. Los participantes al ensayo, formado por adultos y niños de entre uno y 65 años, acudieron a las consultas externas dentro de las 24 a 72 horas posteriores al inicio de los síntomas del resfriado común. Tras proporcionarles varias formulaciones de zinc (pastillas de gluconato y acetato, y jarabe de sulfato) en dosis diarias de entre 30 y 207 mg y dentro de los tres días posteriores al inicio de los síntomas, se evidenció que el zinc oral acortó significativamente la duración de los síntomas del resfriado en 1,6 días -y en algunos casos incluso en 2,5 días-, en comparación con los que tomaron placebo. Asimismo, mientras que las dosis altas de zinc durante el tratamiento, que varió de 3 a 14 días, resultaron en una mayor reducción de los síntomas en comparación con las personas que recibieron una dosis baja, los análisis de subgrupos mostraron que tomar cantidades superiores a 100 mg de zinc diarios no implica reducir aún más los síntomas.

El zinc se considera esencial a la hora de regular la proliferación, diferenciación, maduración y funcionamiento de leucocitos y linfocitos, y varios estudios han analizado los mecanismos de acción por los cuales este elemento protege nuestro cuerpo ante posibles infecciones. Una de las formas de actuar frente a la infección por un patógeno es a través del Zinc en forma libre. Concretamente, las células de nuestro sistema inmunitario localizan el exceso de zinc en concentraciones que sean tóxicas para el agente patógeno, pero que no sean perjudiciales para el organismo. De este modo, una deficiencia de zinc se asocia a una rápida disminución de la respuesta de los anticuerpos y las células del sistema inmune.

Por otro lado, otras investigaciones están más enfocadas a analizar el efecto protector del zinc como terapia preventiva. En este caso han observado qué papel ejerce a la hora reducir la inflamación y modular las funciones de las células T, limitando la acción de la tormenta de citoquinas. Las citoquinas son proteínas responsables de coordinar una respuesta inmune eficaz acorde a la infección y de regular la inflamación, no obstante, en algunos casos puede generarse una respuesta inflamatoria descontrolada y generalizada que puede llegar a dañar diversos órganos de nuestro cuerpo.

El zinc, no solo beneficioso para nuestras defensas

El zinc es un oligoelemento esencial presente en nuestras células y que, a nivel de concentración en el cuerpo, ocupa el segundo lugar, después del hierro. Además de reforzar el sistema inmune y combatir las bacterias y virus que invaden al organismo, es un nutriente esencial para nuestra salud, ya que interviene en más de 300 reacciones enzimáticas, tal y como afirma el National Institutes of Health. Así, participa en gran cantidad de procesos biológicos como la fabricación de proteínas, la respiración celular, la síntesis de ADN y la replicación del ARN, así como la cicatrización de las heridas y el normal desarrollo del sentido del gusto y el olfato.

A pesar de la gran importancia que tiene el zinc en nuestra salud, el consumo de este oligoelemento actualmente es insuficiente. Según el estudio ANIBES, el 83 % de la población española no cumple con las recomendaciones europeas de zinc. La cantidad diaria recomendada de zinc es de 8 mg para las mujeres y de 11 mg para los hombres adultos, y que puede variar según el estado de salud de cada persona (embarazo, lactancia, etc).

Siempre acompañados de una dieta adecuada y siguiendo las indicaciones del fabricante y de un profesional sanitario, los complementos alimenticios, que han demostrado ser seguros, eficaces y de calidad, nos ayudan a aportar al organismo las dosis de zinc que nuestro organismo necesita para llevar a cabo todas estas acciones biológicas. Aunque actualmente casi todos los complementos multivitamínicos y minerales contienen zinc, también lo podemos encontrar en complementos solo (forma de gluconato de zinc, sulfato de zinc y acetato de zinc) o bien combinado con calcio, magnesio u otros ingredientes.

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