Una de las últimas investigaciones al respecto ha observado que el extracto de raíz y hoja de withania somnífera contribuye al normal funcionamiento del sistema inmunológico de las personas en riesgo de infección y durante infecciones generalizadas.
El estudio, que se realizó en una muestra de adultos sanos entre 45 y 72 años, consideró dos etapas. En la primera etapa, de 30 días de duración, los participantes fueron divididos en dos grupos: mientras que el primero recibió una dosis de 60 mg de extracto de hoja y raíz de ashwagandha, al segundo grupo se le administró placebo. Tras el primer periodo de intervención, los análisis de sangre realizados evidenciaron que el grupo de ashwagandha aumentó su nivel de anticuerpos (inmunoglobulinas, IgG), linfocitos (glóbulos blancos) y citocinas (proteínas esenciales para controlar el crecimiento y la actividad de otras células del sistema inmunitario). Para la segunda etapa, también de 30 días, el grupo de intervención siguió tomando complementos alimenticios de ashwagandha, que han demostrado ser seguros, eficaces y de calidad, mientras que el grupo placebo fueron cruzados al grupo de ashwagandha. Fue entonces cuando en este grupo también se empezó a reportar un aumento significativo de anticuerpos, citocinas y linfocitos.
Además, tal y como explican los investigadores, “el extracto de toda la planta de withania somnífera, incluidas las raíces y las hojas, aumenta la actividad fagocítica de los macrófagos [proceso mediante el cual algunas células de nuestro sistema inmunitario eliminan los microorganismos], reduce las reacciones de hipersensibilidad inmunológica [el organismo reacciona con una respuesta inmunitaria exagerada o inapropiada] y estimulan la generación de células inmunes de linfocitos T”.
De acuerdo con los resultados obtenidos, el extracto de ashwagandha puede ayudar a mejorar significativamente el perfil inmunológico de sujetos sanos al modular su sistema inmunológico innato y adaptativo. Dada la gran prevalencia de infecciones virales y microbianas, estos hallazgos posicionan el extracto de ashwagandha como posible futuro tratamiento para abordarlas, junto con una respuesta inmune inducida para prevenir o controlar las infecciones.