Tradicionalmente, al Ginkgo biloba se le conoce por sus propiedades antioxidantes y por aumentar la vitalidad mental y favorecer el flujo sanguíneo.
- Ayuda a prevenir el deterioro cognitivo: su elevado contenido en antioxidantes ayuda a proteger nuestras células de las agresiones causadas por factores externos, de manera que ralentizan o previenen el desarrollo de ciertas enfermedades neurológicas y relacionadas con el deterioro cognitivo asociado a la edad y a la calidad de vida. Aunque no frena el avance de una patología, tal y como indican los expertos, sí que ayuda a evitar la pérdida de memoria gracias a su acción antiinflamatoria y antioxidante.
- Ayuda a cuidar la memoria: concretamente mejora la calidad de la memoria y la capacidad de concentración, tal y como muestran algunos estudios al respecto. La mejora del rendimiento cerebral viene dada porque el Ginkgo biloba mejora la circulación sanguínea y aumenta la cantidad de oxígeno.
- Contribuye a mejorar la circulación sanguínea: el Ginkgo biloba ejerce una función vasodilatadora que, además de funcionar como regulador de la presión arterial, mejora el flujo sanguíneo. Al contener sustancias como los ginkgólidos evitan la activación de las plaquetas y, con ella, la coagulación sanguínea. Esto hace que pueda ser beneficioso sobre todo en personas con varices y pesadez de piernas provocadas por la mala circulación, con tendencia a padecer coágulos u otros problemas relacionados con la circulación sanguínea. Por otro lado, al mejorar la circulación también mejora la salud de los ojos, evitando daños en la córnea, la mácula y la retinal.
Además de estas propiedades, cabe destacar que el Ginkgo biloba se considera una sustancia adaptógena y, como tal, beneficia la capacidad del cuerpo a la hora de manejar factores estresantes y contrarresta los efectos de los altos niveles de hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina.
Sobre su consumo, el Ginkgo biloba se puede consumir como infusión, a través de sus hojas desecadas, o bien a través de extractos líquidos o en geles que encontramos en complementos alimenticios, que han demostrado ser seguros, eficaces y de calidad.