Miércoles, 16 Noviembre 2022 08:45

Nutrientes que intervienen en el sistema inmune y ayudan a prepararnos ante la llegada del frío

Nutrientes que intervienen en el sistema inmune y ayudan a prepararnos ante la llegada del frío Nutrientes que intervienen en el sistema inmune y ayudan a prepararnos ante la llegada del frío

Tanto en otoño como en invierno debemos tener bien preparadas nuestras defensas para combatir la temporada de resfriados, gripes y otros virus respiratorios. Entre otros, la alimentación juega un papel fundamental a la hora de garantizar el aporte al cuerpo de aquellos nutrientes que intervienen en el sistema inmune. Repasamos los más importantes a la hora de ayudarnos a fortalecer las defensas.

La llegada del frío y del otoño puede afectar el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de contraer resfriados, gripes y otros virus respiratorios. Asimismo, con el uso de las calefacciones, se resecan las vías respiratorias y favorecemos la aparición de infecciones. Por ello, es importante preparar el organismo a tiempo a la hora de reforzar las defensas si están bajas, ya que un sistema inmunitario debilitado se asocia a una mayor vulnerabilidad de infecciones y un mayor tiempo de recuperación.

Además de realizar actividad física moderada y respetar las horas de descanso, la alimentación influye de manera muy notable en el correcto funcionamiento del sistema inmune. Y junto a una dieta equilibrada, los complementos alimenticios, que han demostrado ser seguros, eficaces y de calidad, pueden favorecer nuestras defensas.

¿Sabes cuáles son los nutrientes más importantes que intervienen en el sistema inmune y que no deben faltar?

- Vitamina A: se encarga de regular la producción y la actividad de los linfocitos T, células inmunitarias necesarias para combatir la entrada de virus y bacterias en nuestro cuerpo. Asimismo, mantiene en buen estado las mucosas de las vías respiratorias de la nariz y la faringe.

- Vitamina C: es unas de las vitaminas más conocidas a la hora de reforzar el sistema inmunitario. Aumenta la concentración de las células Natural Killer (NK), que juegan un papel relevante en la protección frente a procesos infecciosos, y activa la producción de interferón, una proteína que el organismo utiliza para neutralizar los virus. Incluso se ha observado que una dosis adecuada de vitamina C puede ayudar a disminuir la frecuencia y duración de infecciones de las vías respiratorias.

- Vitamina D: aunque se conoce sobre todo por su papel en el metabolismo del calcio y el mantenimiento de la densidad mineral ósea, también es esencial para las defensas. Concretamente, puede modular las respuestas inmunitarias innatas y adaptativas y su deficiencia se asocia con una mayor susceptibilidad a las infecciones. Si los niveles de vitamina D son bajos, las células NK no se activan, por lo que no pueden movilizarse y actuar contra los agentes patógenos, aumentando así el riesgo de infecciones y de enfermedades autoinmunes.

- Vitamina E: es un potente antioxidante que beneficia al sistema inmunitario por su efecto protector sobre las células. Varios estudios han demostrado que, cuando existe una deficiencia de vitamina E, la suplementación de esta vitamina por encima de las recomendaciones dietéticas actuales mejora la función del sistema inmunológico y reduce el riesgo de infección, y especialmente en personas mayores.

- Hierro: es el principal mineral responsable del transporte de oxígeno en el organismo. Su deficiencia puede afectar negativamente a la capacidad de la célula para responder a la agresión bacteriana. Ante la falta de hierro, es posible sentir debilidad y contraer infecciones con mayor frecuencia.

- Zinc: interviene en la función inmunológica ya que tiene un efecto directo sobre sobre la producción, maduración y función de los leucocitos, lo que mejora la respuesta del organismo frente a las infecciones respiratorias como el resfriado y la gripe. Tal y como afirman varios estudios puede llegar a frenar el desarrollo después de la infección, reduciendo incluso la intensidad de los síntomas y su duración.

- Selenio: además de sus propiedades antioxidantes, el selenio aumenta la producción de glóbulos blancos y actúa contra algunos virus frenando su reproducción.

- Propóleo: se encuentra en extracto, aceites, comprimidos y cremas, y se encarga de estimular las defensas naturales del cuerpo y ayuda a combatir las infecciones.

- Quercetina: su uso es muy prometedor en la prevención y el tratamiento de los resfriados. La evidencia científica muestra que se puede usar de forma preventiva y terapéutica para los resfriados, ya que puede reducir la gravedad de los síntomas y el número de días de enfermedad, así como la susceptibilidad a las infecciones de las vías respiratorias superiores.

- Equinácea: se usa ampliamente para prevenir los resfriados. Así lo afirman los estudios al respecto, que sugieren que la equinácea tiene un beneficio en la disminución de la incidencia y duración del resfriado común. Sin embargo, los estudios prospectivos deben analizar al detalle variables como la especie, la calidad de la preparación y la dosis de equinácea, entre otros.

- Ginseng: se utilizan varios tipos de ginseng como agente inmunomodulador, para fortalecer el sistema inmunitario y prevenir las infecciones respiratorias. Su actividad en el sistema inmune se basa en aumentar la producción de interferón y estimular la actividad de los fagocitos y las células NK.

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