Actualmente existen recomendaciones de consumo de ácidos grasos esenciales (omega-3 y omega-6) en mujeres embarazadas, ya que su ingesta es fundamental durante el embarazo y el periodo de lactancia para el correcto desarrollo neurológico y el crecimiento adecuado del recién nacido.
Dada su importancia, un estudio ha buscado analizar la frecuencia de consumo de ácidos grasos en mujeres embarazadas, incorporados ya sea a través de la dieta como de los complementos alimenticios, que han demostrado ser seguros, eficaces y de calidad. Tal y como muestran los resultados obtenidos, las mujeres que tomaron complementos alimenticios de omega-3 (un 40% de las participantes) aumentaron significativamente los niveles séricos de ácido docosahexaenoico (DHA), en comparación con aquellas que no los tomaron. Asimismo, se informó de un aumento en los niveles de DHA materno en los fosfolípidos de los eritrocitos, el suero y la leche materna, lo que también evidencia beneficios tras el parto y durante el periodo de lactancia.
Además, se observó que los ácidos grasos podían penetrar en el cordón umbilical, y la sangre contenía niveles significativamente mayores de DHA y EPA (ácido eicosapentaenoico). Así, los investigadores concluyen que el consumo de estos complementos puede suponer una ruta más eficiente a la hora aumentar la disponibilidad de EPA y DHA en el cuerpo, tanto para la madre como para el desarrollo del bebé.
Complementos alimenticios de omega-3, alternativas ante una baja ingesta de pescado y marisco
El pescado y el marisco se consideran principales fuentes dietéticas de ácidos grasos esenciales y la mayoría de las pautas nutricionales recomiendan consumirlos varias veces por semana. Sin embargo, en muchas ocasiones, las dietas de las mujeres embarazadas no cumplen con estas recomendaciones y se evita su consumo, ya que pueden ser fuentes de metilmercurio y afectar al desarrollo del bebé.
Cuando el consumo de pescado y marisco no es suficiente, los complementos alimenticios pueden suponer una buena fuente de ácidos grasos (DHA y EPA) y, especialmente en mujeres embarazadas o lactantes. Algunos de complementos son preparaciones que contienen, además, vitaminas, minerales y otros componentes bioactivos.