Una de cada cuatro personas sufre cistitis al menos una vez al año, una infección urinaria cuyo riesgo se incrementa durante los meses de verano. A pesar de que las mujeres la sufren en mayor medida, también puede afectar a hombres y niños.
Los productos de arándano se han utilizado ampliamente durante varias décadas para prevenir infecciones del tracto urinario. Recientemente se ha publicado el mayor metaanálisis realizado hasta el momento sobre la eficacia de los productos de arándanos a la hora de prevenir las infecciones urinarias en personas propensas a tener este problema. Concretamente, se recogen un total de 50 ensayos clínicos que incluyen a 8.857 participantes.
Los resultados de esta revisión reafirman que los arándanos, consumidos en jugo o en forma de complementos alimenticios -que han demostrado ser seguros, eficaces y de calidad-, ayudan a prevenir la recurrencia de las infecciones urinarias, gracias a los compuestos polifenólicos de los arándanos. Tal y como explican los expertos, “las proantocianidinas que encontramos en el arándano minimizan e inhiben la actividad de las bacterias, evitando que se adhieran a la pared de la vejiga. Esta adhesión de bacterias es lo que causa las infecciones urinarias. Debido a que las bacterias no pueden 'pegarse' a la vejiga, la infección urinaria no progresa, eliminando la necesidad final de usar antibióticos porque se previene la infección”, matizan.
Los resultados de esta revisión evidencian la importancia del consumo diario de arándanos que, además de prevenir posibles infecciones urinarias y posibles complicaciones, también aportan otros beneficios en la salud, como propiedades antioxidantes, reducción de factores de riesgo cardiovascular o mejora de la circulación.