La suplementación a base de cetonas ha pasado a considerarse una nueva estrategia terapéutica para proteger y mejorar la función cerebral en la población obesa, que presenta un mayor riesgo de disfunción neurocognitiva, además de enfermedades cardiometabólicas, diabetes e hipertensión.
Se trata de un complemento alimenticio extraído de un tubérculo llamado Amophaphalus konjac, cultivado en el sudeste de Asia, en especial, de Japón de y China hasta el sur de Indonesia. Destaca por ser muy rico en fibra y, aunque es conocido mayormente por su efecto saciante y adelgazante, también tiene propiedades digestivas, hipoglucémicas y reductoras de colesterol.