Los resultados del estudio, publicado en American Journal of Clinical Nutrition, son, de acuerdo a los investigadores, el primero en demostrar que un incremento moderado de zinc en la dieta reduce el estrés oxidativo y daño en el ADN.
El zinc (Zn) es un oligoelemento esencial presente en casi 3.000 proteínas diferentes e influye en cómo estas proteínas regulan las células en nuestro cuerpo. Junto con el hierro, el zinc es el micromineral más común en el cuerpo. El aporte diario de zinc es necesario para mantener un nivel estable, ya que el cuerpo no cuenta con un sistema de almacenamiento especial para el zinc. Este micronutriente interviene en muchos procesos biológicos incluyendo el desarrollo, crecimiento, función neurológica e immunológica. De manera natural, se encuentra en alimentos ricos en proteínas como la carne y el marisco. Además de las fuentes naturales de zinc, esta sustancia también se puede encontrar como complemento alimenticio, en forma de cápsula o comprimido.