El propóleo se considera un antibiótico natural, rico en sustancias antimicrobianas y antioxidantes, que ha demostrado ser efectivo para prevenir y tratar infecciones. Sus compuestos fenólicos son los responsables de la mayoría de sus efectos beneficiosos para la salud.

La moringa oleifera, conocida como moringa, es una planta tropical todavía bastante desconocida para los consumidores europeos. Se trata de una especie de la que se aprovechan todas y cada una de sus partes (hojas, vainas, flores, semillas y raíces) para aliviar ciertas dolencias y ayudar a prevenir algunas enfermedades.

El aumento en la prevalencia de problemas relacionados con el sistema inmune, como resfriados, alergias o de enfermedades como la psoriasis, evidencia la necesidad de contar con unas buenas defensas que nos permitan afrontarlas. Además de consultar con un profesional de la salud cada caso concreto, el consumo de ciertos ingredientes pueden ayudarnos a mantener las defensas a sus niveles más altos. El propóleo, conocido por sus propiedades antivíricas y antiinflamatorias ya conocidas, es un buen ejemplo de ello.

Las hojas de olivo contienen, entre otras sustancias, oleuropeína y otros compuestos polifenólicos, considerados grandes antioxidantes y antiinflamatorios. Son beneficiosos para el sistema cardiovascular e inmunológico, y ayudan de reducir el estrés oxidativo -reduciendo también los radicales libres, tan dañinos para el organismo-, así como la presión arterial. Nuevas evidencias científicas demuestran también su efecto antibacteriano.