Un estudio publicado en el European Journal of Nutrition y realizado en más de 6.000 participantes afirma que las personas que consumen más de 550mg de magnesio al día tienen una mejor salud cerebral que las personas que consumen menos cantidad.

Se trata de la primera evidencia hallada en un gran estudio a largo plazo que analiza el efecto de los complementos alimenticios en adultos mayores. Los avances de estas investigaciones son vitales para frenar las enfermedades relacionadas con el deterioro cognitivo como el Azheimer, que solo en España afecta a cerca de 800.000 personas.

Estudios anteriores ya han identificado que una mayor ingesta de flavonoides en la dieta, así como de antocianinas y proantocianinas, se asocia con un progreso más lento del deterioro cognitivo y de la demencia. En este sentido, los arándanos son ricos en estos micronutrientes y han sido reconocidos por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

El Ginkgo biloba es una planta medicinal procedente de Asia cuyas hojas se han utilizado tradicionalmente para tratar diversas dolencias y afecciones, sobre todo las relacionadas con el cerebro y el flujo sanguíneo. A continuación, analizamos cada una de sus propiedades.

Se trata de compuestos con propiedades antioxidantes que contribuyen a que las neuronas se mantengan en buen estado, lo que ayuda a conservar las habilidades intelectuales como la memoria verbal y visual o la concentración.

Una investigación evidencia que una mayor ingesta dietética de ácidos grasos omega-3 podría ayudar a reducir el deterioro cognitivo relacionado con la depresión en jóvenes y adolescentes y, por tanto, a mejorar su calidad de vida.

El deterioro cognitivo está asociado con factores relacionados con el estilo de vida, como el sobrepeso, la presión arterial y la dieta. En este sentido varias investigaciones han analizado los efectos del extracto de aronia, rico en antocianinas, en la cognición de adultos y niños.

El Journal of Clinical Biochemistry and Nutrition ha publicado la primera investigación que ha evaluado el efecto combinado de la astaxantina y el tocotrienol en la función cognitiva. Los resultados muestran que, tras doce semanas de ingesta simultánea con estos dos ingredientes, las personas con tendencia a no retener cierta información, mejoran su memoria.

Una suplementación a base de extracto de la corteza de pino marino francés, más conocido como Pycnogenol, se relaciona con una mejora del deterioro cognitivo leve en varones, según sugiere un nuevo estudio.