La investigación destaca la importancia de la ingesta materna de zinc como un factor de riesgo para el desarrollo de hipertensión gestacional. Aproximadamente el 10% de las mujeres presentan hipertensión arterial durante la gestación.

Los resultados de un nuevo estudio confirman que el consumo de complementos alimenticios de omega-3 pueden elevar los niveles de ácidos grasos tanto en las mujeres embarazadas como en los bebés a través del cordón umbilical. Estos hallazgos permiten fijar nuevas formas de aumentar la disponibilidad de EPA y DHA durante en el embarazo y en el periodo de lactancia.

Con la menopausia las mujeres experimentan una disminución de la fuerza y la masa muscular asociada a la reducción de estrógenos, por lo que contrarrestar esta situación es vital.