Jueves, 25 Febrero 2016 10:45

Es necesario apoyar el uso del término “probiótico”

Los microorganismos probióticos aún esperan turno para ver aprobada alguna declaración de propiedad saludable en la Unión Europea. A pesar de esta situación, siguen siendo objeto de continuos estudios científicos relacionados con la salud gastrointestinal y cuentan con el respaldo de entidades como la NICE (National Institute for Health and Care Excellence) en Europa y la AGA (American Gastroenterological Association) en Estados Unidos.

Recientemente, en una petición conjunta, el Reino Unido, Bélgica, República Checa, Dinamarca, Italia y Eslovenia han solicitado a la Comisión Europea que presente una propuesta para poder utilizar el término “probiótico” bajo ciertas condiciones de uso. No hacerlo conllevaría una disminución del desarrollo e investigación de la industria europea en perjuicio del consumidor y del propio mercado europeo. Por lo tanto, las autoridades nacionales y europeas han de respaldar este tipo de acciones en favor del término "probiótico" en beneficio de los consumidores, favoreciendo así a que tomen decisiones dietéticas bien fundadas a través de más y mejor información alimentaria.

El uso del término “probiótico” en el etiquetado y publicidad de cualquier producto alimenticio no está permitido dentro del marco de la Unión Europea. Esto se debe a que la expresión “contiene probiótico” fue interpretada por la Comisión Europea como una declaración de propiedad saludable en 2007, cuando entró en vigor el Reglamento (CE) nº1924/2006 relativo a las declaraciones de propiedades saludables y nutricionales en los alimentos. La Comisión Europea considera que el término “probiótico” implica que el producto proporciona un beneficio para la salud, lo que podría inducir a error a los consumidores, a menos que pueda justificarse.

El Panel de Productos Dietéticos, Nutrición y Alergias (NDA) perteneciente a la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no ha publicado hasta la fecha ningún dictamen científico positivo sobre los más de 300 dossieres presentados de productos probióticos.

Las exigencias de las EFSA en cuanto a los datos para apoyar las declaraciones de propiedades saludables en el etiquetado de los productos probióticos son, por desproporcionadas, difíciles de aportar. Los estudios  que han demostrado evidencia científica sólo pueden ser atribuidos a las cepas analizadas en cada tipo de población estudiada y no se pueden generalizar a todas las poblaciones y estados fisiológicos. En definitiva, la evaluación de los beneficios de los probióticos está sujeta a unos términos de referencia no adecuados establecidos previamente por la CE. Pero este hecho no implica que los probióticos no puedan jugar un papel fundamental en el mantenimiento de la salud como demuestra la bibliografía sobre el tema.

Qué ocurre fuera de la Unión Europea

En Japón, la autoridad regulatoria nacional ha dado luz verde a declaraciones de propiedades saludables para más de 20 productos probióticos a través del Food for Specified Health Uses (FOSHU)1. En Canadá, por ejemplo, los probióticos pueden contener una declaración referida a reducción de riesgo, tratamiento o función regulados por el Health Canada, organismo regulador responsable de las declaraciones de propiedades saludables y nutricionales en los alimentos. Mientras, en Estados Unidos, muchos probióticos se venden como complementos alimenticios, y no requieren la aprobación de la FDA (Food and Drug Administration) antes de su comercialización. Las etiquetas de los complementos alimenticios pueden hacer afirmaciones acerca de cómo el producto afecta la estructura o función del cuerpo sin la aprobación de la FDA, pero no pueden afirmar que el producto reduce el riesgo de una enfermedad sin el consentimiento de este organismo.

 

 

 

1. Farnworth ER, The evidence to support health claims for probiotics. J Nutr. 2008 Jun;138(6):1250S-4S.

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